Niña japonesa publica libro infantil para visibilizar colectivo LGBTQ+

Vie, 12/02/2022 - 10:05
Bajo el título "Para que todo el mundo sonría", el libro, publicado en Japón el pasado septiembre, tiene 53 páginas y combina entrevistas con dichas personalidades que tienen un perfil público, así como con personas de a pie sobre cómo es su día a día en Japón.
Ui, una niña japonesa de 12 años, descubrió la existencia de las personas transgénero mientras veía un programa en la televisión pública. Al no poder encontrar ningún libro para niños sobre el tema, decidió afrontar la tarea ella misma y publicar uno.
 
 
"Cuando tenía 8 o 9 años, estaba viendo un programa donde explicaban que hay personas que sienten una diferencia entre su cuerpo y su género. Pregunté a mis padres si era verdad y me dijeron que sí y esto despertó mi interés sobre dónde estaban estas personas", explica Ui en una entrevista.
 
 
En un país donde la educación sobre las personas LGTBQ+ es casi inexistente, la joven escritora comenzó a entrevistar a personas transgénero, así como a otros activistas y miembros destacados del colectivo como Robert Cambell, investigador estadounidense sobre literatura japonesa que se identifica como gay, o Audrey Tang, persona no binaria que ocupa la cartera de Asuntos Digitales de Taiwán.
 
 
Bajo el título "Para que todo el mundo sonría", el libro, publicado en Japón el pasado septiembre, tiene 53 páginas y combina entrevistas con dichas personalidades que tienen un perfil público, así como con personas de a pie sobre cómo es su día a día en Japón.
 
 
"Audrey me enseñó que cuando hablamos del arco iris, en Japón decimos que hay siete colores, pero en el resto del mundo se habla de ocho. Descubrí también que no hay diferencia entre hombres y mujeres y que las personas transgénero se dan cuenta cuando son niños", destaca Ui entre las enseñanzas que sacó de esta experiencia.
 
 
 
 
La reacción de sus compañeros y profesores fue muy positiva, explica la joven, quien también considera que el libro puede ayudar a evitar conflictos en las aulas. "Si no se sabe que alguien es LGTBQ+, a veces se producen momentos en los que se puede hacer daño a los demás", señala.
 
 
"Antes de aprender sobre estas personas, hubiera pensado y dicho que son raros. Gracias a las entrevistas que hice, ya he dejado de pensar así y llegué a la conclusión de que somos todos seres humanos y no hace falta categorizar a las personas", afirma Ui.
 
 
La joven decidió incluir también dibujos en su libro ya que, según explica, está dirigido a otros niños de su edad o más jóvenes, con el objetivo de ayudar a solventar la falta de literatura infantil sobre el tema en el archipiélago y a que estos puedan encontrar referentes sobre su propia identidad.
 
 
 
 

Falta de apoyo legal

 

El colectivo LGTBQ+ japonés sufrió en mayo de 2021 un duro revés, cuando el parlamento votó en contra de un proyecto de ley antidiscriminación y un político afirmó que la comunidad "está en contra de la especie".
 
 
Además, la ley transgénero japonesa contraviene los derechos humanos pues obliga a las personas que legalmente desean cambiarse de género a esterilizarse y a no estar casadas, y también deja en un vacío legal a los padres y madres que se cambian de sexo con respecto a la relación legal con sus hijos.
 
 
Japón es, además, el único miembro del G7 que no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo.
 
 
Aunque existen ordenanzas municipales en varias ciudades que lo reconocen y que solventan a nivel local algunos de los problemas que enfrentan estas personas (como el derecho a pensiones de viudedad), el matrimonio homosexual no es legal en el país a nivel nacional.
 
 
Ui, nacida en mayo de 2010, no sabe aún si se decantará por la literatura como profesión o si publicará más libros sobre las personas LGTBQ+, ya que también le interesa la actuación u otros temas como la paz y las diferentes batallas y guerras en las que ha participado Japón.
 
 
"Japón ha participado en muchas guerras y causado muchas víctimas, por lo que estoy pensando en cómo se podrían abolir", concluye la niña, quien reconoce estar algo avergonzada porque tuvo que faltar al colegio para la entrevista. EFE
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