‘Lo complicado con los perros son los dueños’, así es ser un adiestrador de perros

Mar, 05/24/2022 - 14:04
Con más de 20 años siendo adiestrador canino en Panamá, Miguel De Gracia, de 50 años, nos cuenta datos curiosos sobre su profesión.
Un entrenador puede estar atendiendo entre 5 a 10 clientes al día. Foto / Cortesía.

Un entrenador puede estar atendiendo entre 5 a 10 clientes al día. Foto / Cortesía.

Entrenar perros, desde enseñarles un comportamiento básico como dar la pata, hasta ser sociables, es un arte que no cualquiera puede hacer bien. Quienes se dedican a la labor del adiestramiento canino conocen perfectamente lo que la profesión conlleva.

Miguel De Gracia es un panameño de 50 años de edad, que lleva más de 20 años entrenando perros de todas las razas y tamaños; ha llegado a entrenar a perros para comerciales de televisión o competencias en agility (modalidad donde el perro debe pasar por obstáculos), e incluso entrenó a la perra de la popular serie “La casa de papel” cuando se filmó en Panamá.

Para conocer un poco más sobre esta labor que apasiona a Miguel, también fundador de la escuela de adiestramiento canino Agilcan, le hicimos algunas preguntas:

¿Cómo se convirtió en un adiestrador canino?

El impulso nació aquí en Panamá, porque yo quería algo mejor para mi perra; en ese entonces, tenía una boxer llamada Helga, y pues, no quería inscribirla en una escuela donde utilizaran métodos de maltrato para entrenarla, por ello, viajé a Costa Rica, donde una coach de Estados Unidos compartió técnicas amigables de adiestramiento.

¿En qué consiste su adiestramiento?

Mi fuerte es la solución a problemas de conducta, ya que fue lo que aprendí más. Otra cosa que me fascina es el deporte de agilidad, donde los perros pasan obstáculos, se meten en túneles, suben muros…es un deporte que en Panamá se reconoció hace poco tiempo; en esta línea yo trabajo con alumnos que se dedican a esta modalidad, y con aquellos que quieren representar a Panamá (ya lo hemos hecho en dos ocasiones, y tenemos como misión que este deporte crezca).

¿Cómo entrenan en Agilcan?

Nosotros usamos un adiestramiento 100% en positivo, no utilizamos métodos de maltrato, “nos metemos en la cabeza del cliente”, le hacemos saber qué tipo de perro tienen y qué es lo que necesita el animal, para que el cliente no se frustre y no “le entre a palo” al perro. Usamos un sistema que se refuerza con premios, caricias o juguetes. Yo principalmente utilizo juguetes.

¿Cómo es un día de trabajo?

Yo inicio en la mañana enseñándole educación básica a un cachorrito que acaba de llegar a casa, luego, paso con un perro adulto para enseñarle habilidades como rodar, dar la pata, cruzarse entre las piernas…después, me toca visitar a un perro que tiene problemas de agresividad (vive solo con su propietaria), este perro ladra excesivamente y ya estaba a punto de morder, posteriormente, atiendo a dos cachorros a los cuales les enseño ejercicios básicos, y por último, visito a un perro con problemas de agresividad.

¿Cuál ha sido el caso más complicado?

Realmente se podría decir que no hay casos complicados. Lo complicado con los perros son los dueños, porque hay personas que insisten en conductas inapropiadas. Siempre es importante que el dueño cambie, ya que si este no cambia, siempre va a tener el mismo perro. De hecho, hay dueños que nos ha tocado decirles “usted no puede tener este perro”, y se le devuelve el dinero, porque no está en la capacidad de tener una mascota.

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¿Qué debe saber una persona antes de elegir un perro?

Yo diría que deben hacer bien la escogencia, porque si yo quiero un perro para deporte, pero escojo un perro de compañía, no estaría haciendo bien la elección. Hay que asesorarse bien, conocer la raza del perro antes de adquirirlo, y principalmente no escogerlo solo por lo físico.

¿Cuántos perros entrena al día un adiestrador de Agilcan?

Un entrenador puede estar atendiendo entre 5 a 10 clientes al día, dependiendo de la temporada.

¿Cuánto tiempo duran los entrenamientos?

Primero iniciamos con charlas, hay veces que se extienden hasta tres horas, porque hay familias más numerosas, con muchas dudas, personas primerizas, mientras, hay otras charlas más cortas de hasta una hora. En cuanto a los entrenamientos, no lo hacemos muy extensos, porque científicamente se sabe que un perro no puede mantenerse conectado por tanto tiempo (una hora), y hacerlo, llevaría a algunas personas a frustrarse con el animal, y no queremos eso.

¿Cuál es el costo de los entrenamientos?

Los entrenamientos pueden variar en el costo, depende de cada entrenador y de cada sesión. Hay entrenamientos que pueden costar desde 200 hasta 800 o 900 dólares, también depende de la ubicación de la residencia de la persona. No es lo mismo entrenar a un cachorro que acaba de llegar a casa que a un perro que ya tiene tres años, y que es de una raza fuerte o con problemas de agresividad. Primero pedimos información, y luego se le dice al cliente el costo.

¿Desde cuándo es recomendable empezar a entrenar un perro?

Lo correcto es iniciar con el entrenamiento apenas el perro llegue a casa. Hay un punto importante aquí, ya que un perro no debe llegar a casa hasta pasar los dos meses, pero hay personas que se desprenden de los animales apenas empiezan a comer y eso no es correcto, porque el cachorro debe pasar primero por lecciones de su madre y sus hermanos.

¿Todos los perros necesitan adiestramiento?

El 100% de los perros necesita entrenamiento, porque si un perro es bueno puede ser incluso más bueno, y en cambio, si un perro es malo, este puede mejorar.

¿Qué es lo que más le llena de satisfacción de esta profesión?

Ver a un cliente o a un perro superar un problema, es lo que más me causa satisfacción de ser entrenador, por ejemplo, entrenar a un perro (con mala conducta) para que pueda salir a pasear y tener más libertad o ayudar a un perro que tenía temores.

¿Alguien le inculcó el amor por los animales?

Mi abuela fue quien me inculcó el amor por los animales. Ella siempre me compraba un pollito, que era mi mascota y como mi amigo, yo lo cuidaba, lo criaba grande y gordo. Yo tenía pollos muy bonitos, siempre andaban detrás de mí, pero había ocasiones en que, de un momento a otro, se me perdían y yo me ponía muy triste, y recuerdo que mi abuela me consolaba con una sopa de pollo (en ese tiempo yo nunca supe de dónde salía el pollo).

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