Ericka Franco resalta las raíces panameñas con su 'Temblecuff'

Mar, 11/03/2020 - 07:00
Esta estudiante de Diseños de Moda aporta pétalos de tembleques panameños a los populares "ear cuff" (diseño de pendiente que se sostiene en la oreja sin necesidad de tener agujero). ¡Son todo una belleza!

Resaltar un accesorio de la pollera panameña nunca antes fue tan chic. Te contamos cómo una artesana panameña se inspiró para desarrollar la fórmula perfecta para destacar una importante artesanía de Panamá con una tendencia que cada vez va tomando más fuerzas entre las amantes de los pendientes.

 

Nuestra protagonista es Ericka Franco, una estudiante de Diseño de Modas de 21 años, actualmente en proceso de tesis para graduarse, practicante del yoga, amante a ver series, caminar y las redes sociales; y que, de vez en cuando, invierte su tiempo en hacer proyectos creativos, como armar muebles, con su mamá. 

 

Pero fuera de todas estas cosas, Franco se dedica a hacer crecer, con mucho amor y esfuerzo, su negocio de artesanías, Ericka Franco Shop, en el cual destaca una creación original: los "temblecuffs".

 

Este accesorio, propuesta que nació de la mano de su madre, aporta pétalos de tembleques panameños a los populares "ear cuff" (diseño de pendiente que se sostiene en la oreja sin necesidad de tener agujero). ¡Son todo una belleza!

 

Leer más:  Esther Basher, la panameña que hace arte con cubos de Rubik

 

El nacimiento de los "Temblecuffs"

Franco contó: "En conjunto con mi mamá surgió la idea de implementar los pétalos de los tembleques panameños para crear una nueva propuesta. Nos sentimos inspiradas por el earcuff “Three Stars and a Sun” de Tessera Jewelry, el reconocido accesorio que llevó Catriona Grey en el Miss Universo 2018. Sentimos que era el accesorio perfecto para iniciar con este proyecto, estaba muy a la moda y era una pieza que se había visto por todo el mundo. Tomamos la oportunidad y fusionamos un accesorio moderno con técnicas ancestrales y le llamamos 'Temblecuff' (Tembleque+Earcuff)".

 

Según cuenta Franco, desde muy pequeña aprendió la técnica de hacer tembleques con una tía en Las Tablas, quien le pedía a ella y a una de sus primas ayuda con los pedidos de tembleques en los veranos. "A mi parecer, sentía que se aprovechaba de nuestra curiosidad para ella trabajar menos… Luego de eso, ya siendo más grande, mi hermana me ponía a ayudarla a hacerse su cabeza de tembleques. En ese entonces pensaba que se aprovechaban de mi curiosidad, pero ahora estoy agradecida porque sin ellas no hubiesen existido los 'Temblecuffs'", confiesa.

 

Este innovador accesorio, que es creado en distintos colores, puede tomar entre 4 a 8 horas crearlo; sin embargo todo dependerá del modelo. "Suena a que es muchísimo tiempo pero me gusta brindar la mejor calidad de confección, ya que soy muy detallista", dijo.

 

Leer más:  Alex Adames, el diseñador que se inspira en la afrocultura panameña

 

 

 

Ericka Franco Shop

Aunque desde muy pequeña estuvo ligada a las artesanías, no fue hasta 2018 que Ericka tomó la decisión de poner en marcha su emprendimiento "Ericka Franco Shop".

 

"Ericka Franco surge en mitad de mi carrera de modas, a finales del año 2018-inicios de 2019. Mi marca tiene mucho que ver con mi historia… siendo mi madre de Las Tablas, siempre ha tenido un interés por el folklore, de hecho se dedica a brindar cursos de costura a artesanas para que confeccionen sus propias polleras. Por esto, desde chica se esperaba que me gustara empollerarme, y la verdad es que no era así, era totalmente lo contrario", comenta.

 

 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

Agrega: "Seamos honestos, Panamá es demasiado caliente, y para mí (yo de 6 años) no tenía sentido caminar bajo el sol con un vestido que pesaba tanto y tener que bailar con no se cuántas libras de tela y metales encima y actuar como si todo estuviese bien. Me sofocaba muy rápido y siempre acababa llorando. No puedo ser la única panameña que ha pasado por esta misma situación… ¡Espero no serlo!  Entendí rápidamente que empollerarme no era lo mío, pero la verdad es que mis ojos se iluminaban al ver las polleras, las labores, los encajes, los tembleques, esas prendas que brillan tan perfectamente, y que todo estuviese hecho a mano me impactaba aún más".

 

"Aprecio mucho el folklore y al estudiar moda me di cuenta que no necesito usar toda la pollera para representar la cultura de mi país; a parte de que es un vestido que resulta costoso y hay muchas personas que nunca llegan a usarlo en sus vidas. Esta es una de las razones por la que los panameños no llevamos diariamente un elemento folclórico en nuestros atuendos y preferimos comprar de marcas extranjeras de moda rápida. Consiserando todo lo dicho anteriormente, me di cuenta que era necesario crear diseños accesibles, cómodos y versátiles que representaran esas tradiciones que se han pasado de generación en generación dentro de nuestro país", explica.

 

Leer más:  Maky Carval, la mujer que emprendió en medio de quimioterapia

 

Ser panameña artesana y emprendedora

 

Para tener 21 años, Franco parece estar encaminada y enfocada en cumplir cada una de sus metas, por lo que siempre mira con orgullo el saber que sus raíces la impulsan a lograr poco a poco su sueños. 

 

De su emprendimiento, comenta que disfruta varias cosas, "una de ellas es ayudar a las demás personas cuando tienen una duda de si iniciar su emprendimiento o no, muchas veces solo necesitan un empujón para empezar a crear cosas brillantes. Me gusta darles 'tips' y también contar mi historia".

 

Leer más:  Yomatsy Hazlewood y su nueva misión de hablar sobre la palabra de Dios

 

De igual forma se complace de ser panameña, pues de país y su cultura disfruta "la capacidad que hemos tenido para fusionar elementos de diferentes culturas. Es muy curioso cómo una sola prenda puede tener influencias de hasta tres continetes distintos, es fascinante".

 

Finalmente, Franco expresó que le gustaría que las personas valoren la dedicación que (las artesanas) le emplean a cada una de las piezas. "Las prendas que hacemos son únicas y son muy elaboradas e ideadas, por lo que merecen ser reconocidas como objetos de gran valor. Bajo el punto de vista de diseñadora de modas, lo que está confeccionado manualmente representa un alto valor, ya que suelen tomar más tiempo en realizar, pero esto es un concepto que se ha perdido por el surgimiento de la moda rápida en donde se ha disminuido el valor de los objetos confeccionados a mano".

 

 

  • Compartir: